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Australia




Desarrollo

Australia tiene una de las economías más fuertes del mundo, siendo esta abierta y competitiva. El constante crecimiento económico es fruto de una gestión efectiva de sus políticas públicas.

El producto interno bruto (PIB) de Australia creció en promedio 4% cada año desde 1996, llegando casi a un trillón de dólares australianos en 2010, con un superávit fiscal de 1% del PIB.  Esto quiere decir que el PIB per cápita es de aproximadamente de AUD $43.000 al año. El crecimiento económico vino acompañado de una tasa de inflación baja y estable durante la última década. En el año 2007, la inflación era de menos del 3%.

Un factor fundamental para mantener bajo el índice de inflación, fue el crecimiento en la productividad de sus mercados, a una tasa de 2.3% anual durante los últimos 10 años. A pesar de que la mayor industria en Australia es la minería, las pequeñas empresas son un sector vital dentro de la economía australiana, generando el 30% de la producción económica del país y siendo responsables por aproximadamente 58% del crecimiento del mercado laboral en los últimos 5 años.

Actualmente, hay más de 1.2 millones de pequeñas empresas en Australia, que emplean a un total de 3.3 millones de personas. En materia de comercio internacional, la economía está direccionada a la elaboración de productos y servicios de alto valor comercial. En los últimos años, hubo un gran avance en las áreas de las telecomunicaciones, y servicio. Más de 470 compañías transfirieron sus oficinas centrales del territorio asiático para Australia.

El turismo también es una de las principales industrias y generador de empleos en el país. Durante el año 2009, Australia recibió aproximadamente a 6 millones de turistas extranjeros y ese número aumenta año a año.


Mercado laboral

En Australia existe una necesidad muy grande de incorporar inmigrantes o estudiantes con permiso de trabajo, como consecuencia del crecimiento industrial y el desarrollo económico sostenible de esta región. El gobierno australiano directamente organiza diferentes eventos, donde no solamente promueve el contacto directo entre trabajadores y empleadores, sino que además otorga una oportunidad concreta de ingreso para los extranjeros al mercado laboral.

El gobierno australiano tiene su propio portal web de recursos humanos especializado en la búsqueda de empleo o Australian Job Search (www.jobsearch.gov.au), donde diariamente son publicadas un sin número de ofertas de trabajo. El portal es bien organizado y propone diferentes caminos para encontrar las ofertas que se acomoden a su interés, sea por zona geográfica, por área, por industria o por el tipo de trabajo que se busque.

Si bien encontrar trabajo en cualquier parte del mundo resulta ser una tarea difícil, en Australia las herramientas de búsqueda establecidas y la economía favorable hacen que esta tarea sea mucho más simple.


Crisis

En el marco de un amplio y profundo programa de transformación económica, Australia emprendió reformas financieras de gran alcance en la primera mitad de la década del ochenta.

En un primer momento, se liberalizaron las operaciones de los intermediarios nacionales existentes, en especial los bancos comerciales, y se permitió la entrada de nuevos participantes extranjeros al mercado, para luego liberar las tasas de interés e introducir la banca universal. Simultáneamente, en el sector externo, la adopción de un régimen de tipo de cambio flotante para el dólar australiano y la apertura de la cuenta de capitales modificaban sustancialmente las condiciones de la inserción del país en la esfera  financiera internacional.

En una segunda etapa, que se inició en 1988, las reformas financieras se concentraron en fortalecer la supervisión y la reglamentación del sistema, en respuesta a la elevación del nivel de riesgo que conllevó la liberalización y al deterioro de la situación financiera que se manifestó en un mayor nivel de cartera vencida bancaria y en quiebras de empresas no-financieras y de bancos locales.

En 1997, cuando estalló la crisis en Asia, el sistema financiero del país se hallaba profundamente transformado por casi tres lustros de reformas, y cabía preguntarse si las reformas que habían dinamizado su crecimiento habían logrado fortalecer también su resistencia a choques económicos.

Estas son las preguntas que orientan este texto:

  • ¿Cuál ha sido la trayectoria de este sistema financiero australiano con posterioridad a la crisis asiática?
  • ¿Ha tenido la solidez suficiente para enfrentar los diversos choques que se han sucedido entre 1997 y 2005 y podrá responder a los desafíos a que se enfrenta en la actualidad?

En efecto, la crisis que envolvió a gran parte de Asia a partir de la segunda mitad del año 1997 ha marcado el inicio de un conjunto de choques, tanto externos como internos, para la economía y el sistema financiero de Australia, pues fue seguida por la crisis rusa, el estallido en 2000 de la burbuja accionaria internacional de las industrias de telecomunicaciones y tecnología de la información (la “nueva economía”), por la apreciación sostenida de la moneda australiana, y luego, en el ámbito interno, por las quiebras corporativas de 2001 y los efectos devastadores de la sequía de 2002-2003.

Hasta ahora, parece que tanto la economía como el sistema financiero del país han respondido bastante bien a estos retos, y que se encuentran saludables, pero no deja de haber algunas nubes grises en el horizonte, como las tensiones del lado de la oferta, la burbuja inmobiliaria, el elevado nivel de deuda de las familias y el abultamiento del endeudamiento externo del país. Para presentar el desempeño del sistema financiero australiano desde 1997, este texto abordará en una primera sección la trayectoria de la economía del país, para luego discutir sobre la inserción internacional de su sistema financiero. En una tercera sección se presentarán las tendencias centrales de la evolución de la intermediación interna, para luego concluir.


Política monetaria

El Banco de la Reserva de Australia se encarga de la formulación y aplicación de la política monetaria, cuyo principal objetivo es lograr una tasa de inflación del 2-3 por ciento en promedio a lo largo del ciclo económico.  El Banco de la Reserva considera que, al estar definido como promedio a medio plazo, el objetivo de inflación ofrece un margen de flexibilidad para las predicciones y tiene en cuenta las incertidumbres y la demora de los efectos de la política monetaria en la economía.

Desde el examen anterior, el Banco de la Reserva de Australia, en términos generales, ha mantenido la inflación dentro de la franja que estableció como objetivo; en septiembre de 2006, la inflación subyacente del IPC, que no incluye rubros inestables, como los alimentos frescos y la gasolina, se situó en el 2,6 por ciento. No obstante, la inflación global (que incluye todos los rubros) fue del 3,9 por ciento.  Como consecuencia del aumento de la presión inflacionaria (debido al aumento de los precios de la energía y los productos básicos), el Banco de la Reserva ha endurecido la política monetaria.  El tipo de interés aumentó del 4,25 por ciento a comienzos de mayo de 2002 al 5,25 por ciento a finales de 2003.  El tipo aumentó otros 25 puntos base en marzo de 2005, mayo de 2006, agosto de 2006, y, de nuevo, en noviembre de 2006, tras lo cual se ha mantenido en el 6,25 por ciento.

Australia mantiene un sistema de tipo de cambio flotante (introducido en 1983), por lo que el Banco de la Reserva interviene ocasionalmente en el mercado cambiario con el fin de evitar fluctuaciones excesivas del tipo de cambio.   El tipo de cambio efectivo real del dólar australiano ha aumentado durante el período examinado, si bien se ha mantenido relativamente estable desde 2004, lo que se ha debido principalmente a la reducción de los diferenciales entre los tipos de interés y a la previsión de una ralentización del auge de los productos básicos.

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