Desarrollo
La economía de Canadá, como sociedad, es rica con una industria de alta tecnología, y con una economía con un PIB superior al billón de dólares, Canadá se parece al sistema económico de mercado de los Estados Unidos y a su patrón de producción y construcción. Desde la Segunda Guerra Mundial, el impresionante crecimiento de la industria manufacturera, la minería y el sector de los servicios han transformado a la nación de una economía rural en una principalmente industrial y urbana. El Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos, que se firmó en 1989, y después, la creación del NAFTA (Tratado de Libre Comercio de América del Norte, TLCAN conocido también por TLC o NAFTA (por sus siglas en inglés North American Free Trade Agreement o ALÉNA.) que incluye México, ha producido un sorprendente incremento en el comercio y una mayor integración económica con los Estados Unidos.
Dado que disfruta de numerosos recursos naturales, de una mano de obra capacitada y de capital moderno, Canadá tiene una economía sólida. Con una administración fiscal sólida ha producido un superávit del presupuesto, reduciendo sustancialmente la deuda nacional, aunque un reto nuevo es la administración de los crecientes costes del sistema de sanidad pública. Las exportaciones representan un tercio del PIB. Como México, Canadá disfruta de un superávit que representa el total de 500 millones de dólares en el 2015. Canadá está completamente POmul recibe el 85% de sus exportaciones, con un PIB que supera el billón de USD.
En 2015, la economía canadiense entraba en recesión por la caída del petróleo, ya que este y el gas natural representan un 10% de su PIB. El Canadá es rico en recursos naturales, entre ellos madera, petróleo, gas, minerales y menas.
La actividad económica está relativamente diversificada, y la participación de los servicios en el PIB muestra una tendencia ascendente, mientras que la de las manufacturas sigue una senda descendente. Pese a su contribución relativamente módica al PIB, la agricultura y la minería siguen siendo motores importantes de las exportaciones canadienses. La economía del Canadá está orientada al exterior, las corrientes comerciales bilaterales globales representan alrededor del 60 por ciento del PIB, nivel que se ha mantenido incluso en la reciente recesión mundial. A los Estados Unidos les corresponde una proporción considerable del comercio de mercancías y servicios del Canadá.
- Tras un decenio de fuerte expansión, el crecimiento económico del Canadá se desaceleró en el último trimestre de 2000. A ello le siguió una contracción de la producción en el tercer trimestre de 2001, que puso fin a 37 trimestres consecutivos de crecimiento económico. En 2001, el Banco del Canadá proporcionó un estímulo monetario sustancial, para hacer frente a una serie de relevantes conmociones externas. La economía empezó a mostrar signos de recuperación hacia finales de 2001. En el primer semestre del año, la disciplina fiscal aplicada en años anteriores, unida a la baja inflación, hizo posible que el Canadá adoptara una posición anticíclica en materia de política fiscal con el fin de estimular el crecimiento. Esto se tradujo en un crecimiento económico relativamente robusto en un momento de reducción del crecimiento económico mundial; en el primer semestre de 2002, el promedio del crecimiento superó con creces el 4 por ciento, con arreglo a una tasa anualizada.
- El comercio desempeña una función importante en la economía del Canadá. Las corrientes comerciales bilaterales representaron cerca del 80 por ciento del PIB en el primer semestre de 2002, y las exportaciones de bienes y servicios han constituido un componente fundamental del crecimiento en los últimos años. Los Estados Unidos son el destino de aproximadamente el 87 por ciento de las exportaciones de mercancías canadienses, y la fuente de alrededor de las dos terceras partes de sus importaciones. Si bien esto hace que la economía canadiense sea potencialmente vulnerable a los acontecimientos de los Estados Unidos, el Canadá se ha enfrentado con éxito a la desaceleración estadounidense desde 2000.
- En 2001 el Canadá renovó su satisfactoria política en materia de objetivo de inflación, y se propone estabilizarla en torno al 2 por ciento. El Canadá ha hecho asimismo progresos considerables en la reducción de la carga de su deuda pública, ya que en 2002 el endeudamiento público -expresado como porcentaje del PIB- descendió al 49 por ciento, en comparación con el 71 por ciento de 1995.
Crisis
Debido a la profunda interacción que existe desde sus orígenes entre las economías de Estados Unidos y Canadá, tradicionalmente se ha aceptado la idea de que de la evolución de la economía estadounidense depende la suerte de la economía canadiense, como también se ha llegado a afirmar, que existe tal interdependencia de las dos economías, que esto anula cualquier autonomía de Canadá. Sin embargo, un análisis más fino de las relaciones económicas entre los dos países pone bajo serio cuestionamiento las explicaciones lineales de causa y efecto en las que aparentemente Estados Unidos sería la causa de todas las crisis y recesiones económicas acontecidas en Canadá.
Durante la crisis de 1974, el sector automotor en los dos países se vio afectado por los precios de los combustibles y el embargo petrolero de los países productores de la orer. Para Canadá, esto representó una drástica reducción de sus exportaciones (cerca del 12%) por efecto de la caída de la demanda en los mercados que eran de alta importancia: madera y automóviles (equivalentes a un tercio de las exportaciones en dicho período). A pesar de ello, los efectos de la crisis no fueron tan severos para Canadá y repararse rápidamente, muestra de ello es que para 1975, la demanda interna había advertido cerca de 3 por ciento.
Por su parte, la recesión estadounidense de 1981 fue mucho más pronunciada en Canadá, con una caída del Producto Interno Bruto (PIB) real de 4,9%. En dicho periodo, la demanda interna cayó 5%, debido a la fuerte caída de la inversión empresarial, la vivienda y el gasto de los consumidores. Esta crisis tomó un dramático cariz en 1982, cuando el presidente Richard Nixon respaldó por el congreso americano establecer un sobre impuesto de 10% sobre todas las importaciones que ingresaban al mercado estadounidense (Gutiérrez-Haces, 1992: 197-231).
En la década de 1990, Estados Unidos mostró una desaceleración en su economía, a causa del aumento de los precios del petróleo provocado por la invasión iraquí a Kuwait, pero este efecto solo apareció un año. En el caso canadiense, la historia fue muy diferente; la recesión fue más aguda, con una caída de 3.4% del PIB en 1991. Esto pudo ocurrir debido a la tasa de inflación que tenía la economía canadiense cuando comenzó la desaceleración. Como resultado de lo anterior, las tasas de interés incrementaron su monto en dicho período. Aunado a esto, prevalecía una enorme desconfianza entre los consumidores por el nuevo gravamen del Impuesto a los Bienes y Servicios (GST, por sus siglas en inglés) que trasladaba la carga impositiva de las exportaciones y los bienes de inversión a los bienes de consumo y Servicio. Con el aumento de los precios del petróleo y la introducción del GST, el gasto del consumidor concluyó en 2.3%, lo que a su vez también hubo una caída de las inversiones privadas. La recesión de 1990 tuvo su origen en Canadá y en cierta medida la contagió a Estados Unidos como una consecuencia derivada del ALCCEU en 1988.
Política monetaria
La política monetaria del Canadá tiene como objetivo mantener una tasa de inflación baja y estable. A tal fin, el Banco del Canadá y el Gobierno han establecido el objetivo de inflación entre el 1 por ciento y el 3 por ciento, en función del aumento del IPC. El Banco del Canadá considera que si se centran los esfuerzos en el control de la inflación, la diferencia entre los resultados económicos potenciales y reales se mantiene en el nivel más bajo posible, con lo cual se evitan ciclos inflacionarios al alza y a la baja. Desde 1991 se han establecido objetivos de inflación, que se han renovado en tres ocasiones: en 1995, 1998 y 2001. En la renovación correspondiente a 2001 -para un período de cinco años- el Banco del Canadá mantuvo el objetivo entre el 1 por ciento y el 3 por ciento, con una política encaminada a mantener la tendencia de la inflación en el 2 por ciento, es decir, el punto medio del objetivo; esto permitiría desviaciones del 1 por ciento al alza o a la baja como consecuencia de alteraciones de la oferta o la demanda.
El Banco del Canadá dirige la política monetaria principalmente por medio de variaciones en su objetivo para el tipo de interés a un día, que es el punto medio de la banda de fluctuación para la financiación a un día. Las variaciones en el objetivo para el tipo de interés a un día influyen en diversa medida en los demás tipos de interés junto con los plazos, y tienen también una repercusión en el tipo de cambio. A partir de diciembre de 2000, el Banco del Canadá empezó a poner en práctica un sistema para anunciar cada año, en ocho fechas predeterminadas, las variaciones introducidas en la política cambiaria. Este sistema sustituyó al anterior, en el que las variaciones de los tipos podían introducirse en cualquier momento.
Al dirigir la política monetaria, el Banco del Canadá reconoce la importancia del comercio internacional para la economía canadiense. A tal respecto, el Banco considera que, en una economía abierta con un tipo de cambio flexible como es la canadiense, es preciso tener en cuenta el tipo de cambio cuando se modifica el objetivo de tipo de interés a un día, ya que el efecto combinado de los tipos de interés y el tipo de cambio es el que determina las condiciones monetarias. Mientras los tipos de interés reflejan el efecto de las condiciones de la economía nacional, las oscilaciones de los tipos de cambio tienen en cuenta las condiciones económicas del exterior y su efecto en la economía canadiense. El Banco del Canadá considera que esas variaciones en las condiciones monetarias de la economía se transmitirán a la economía real en un plazo de 18 a 24 meses.
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